LA DINASTÍA
SUI
Durante esta dinastía, se reconstruyó la Gran Muralla China y se
empezó la construcción del Gran Canal - del cual se ha concluido 1
764 kilómetros de estrechos artificiales entre ríos. El canal ligó la
parte septentrional de Pekín a la parte meridional de Hangzou y contribuyó
mucho al cambio cultural y económico entre las dos áreas. El transporte por el
canal jugaba también en importante papel en mantener la defensa de China.
Esto era también un período cuando budismo floreció en China, cambiando su cultura.
Esto era también un período cuando budismo floreció en China, cambiando su cultura.
Aunque la dinastía Sui fuera un período del progreso en muchos aspectos, sólo duró
38 años. La caída del imperio en 618 fue causada principalmente por una
recesión económica, fracasos militares contra Corea y numerosas revueltas
populares debidos por tiránicas exigencias del gobierno.
La dinastía Sui es a menudo comparada con la
anterior dinastía Qin en cuanto a sus posesiones y a la crueldad de sus logros. El pronto colapso de la dinastía Sui ha
sido atribuido a las tiránicas exigencias del gobierno sobre el pueblo, quienes
soportaron el terrible agobio de los impuestos y la labor obligatoria. Estos recursos fueron agotados
con la construcción del gran canal -un desafío de ingeniería monumental- y en el
emprendimiento de otros proyectos de construcción, incluyendo la reconstrucción
de la Gran Muralla China. Debilitada por costosos fracasos militares contra Corea a principios del siglo VII, la dinastía fue desintegrada a través de una
combinación de revueltas populares, deslealtad y asesinatos.
Wendi (r. 581-604), un antiguo general de la
dinastía Zhou del Norte, consiguió grandes logros. Entre ellos estuvo la
reestructuración del gobierno para simplificar la administración interna, una
revisión del código penal y numerosos proyectos de obras públicas, incluyendo
la creación de un complejo sistema de canales que unía los ríos Huanghe, Huai y
Yangzi. Wendi fue también partidario del Budismo, y fomentó la difusión de esta
religión por todos sus dominios.
Wendi se ocupó también de proteger las
fronteras de su nuevo imperio. En el norte dominaban los yuezhi, una
confederación de guerreros nómadas de ascendencia turca. Los yuezhi controlaban
las estepas mongolas desde Manchuria hasta el borde del Imperio Bizantino en el
oeste; internamente, sin embargo, la confederación estaba sufriendo una
división entre dos grupos rivales, uno controlaba la mitad oeste del territorio
yuezhi, y el otro controlaba la este. Wendi ofreció su apoyo a los yuezhi
occidentales, y trabajó para socavar el poder y la autoridad del khan de los
yuezhi orientales. Estas maquinaciones políticas, juntamente con el
reforzamiento de la Gran Muralla y un incremento en el número de tropas que
patrullaban las fronteras norte, también se creó el gran canal, redujo enormemente
la amenaza de ataques de los yuezhi orientales. Simultáneamente, esta política
permitió también la reapertura de las rutas comerciales occidentales, y de
nuevo se desarrolló una próspera relación comercial con Asia Central y
Occidental.
Las divisiones del imperio Sui
bajo el mandato de Yangdi.
Yangdi (568-618), que en varios aspectos fue
incluso más ambiciosos que su padre. Yangdi construyó una segunda capital en
Luoyang, en el este, para complementar la construida por Wendi en Chang’an.
Supervisó el retorno de las regiones del sur de China al Imperio, y la anexión
del reino de Champa, en Vietnam. Sin embargo, fue la ambición de Yangdi
(combinada con la mala gestión financiera) lo que finalmente provocó la pérdida
del Imperio. Sus intentos de entrometerse en la política interna de sus vecinos
nómadas provocaron un aislamiento de la facción yuezhi occidental, que
perdieron el control de las ciudades-estado de la Cuenca del Tarim, antes bajo
protección Sui.
En el año 612 Yangdi inició una serie de
campañas para someter al reino coreano de Koguryo, que hasta entonces se había
negado a pagar tributo. Unas inundaciones desastrosas agravaron el coste de
estas campañas fallidas, tanto en recursos como en vidas humanas. Pocos años
más tarde estalló una rebelión por todo el Imperio, y en el año 618 Yangdi fue
asesinado por sus propios colaboradores.

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